Estoy bien. Ya nada me afecta: ni esa sonrisa al entrar a un lugar, ni de esa envidia que supuestamente me tiene la gente, ni de la indiferencia con la que me tratan, ni todas las mentiras que me sueltan a la cara, ni de lo que me dicen a las espaldas y nada de lo que trate de mí. Nada me afecta ya que los que hablan o dicen de mí no me conocen. Creo que aún no han aprendido que para conocer a una persona tienen que desconocer primero. Prejuicios fuera.
Estoy bien. Ya nada me afecta: ni la falta de dinero, ni los tantos buitres que esperen la poca carne que queda en estos huesos, ni de tener que pelear por poder conseguir algo más de dinero. Nada me lo han regalado, así que tengo que pelear para merecérmelo.
Estoy bien. Ya nada me afecta: ni la soledad que acompaña a un corazón medio vació, ni saber lo que es enamorarse, ni pensar que soy "raro" que el resto. Aprendí a amar con la cabeza y pensar con el corazón.
Estoy bien, para que voy a mentir. Estoy feliz porque si estoy triste soy capaz de conseguir que las personas que quiero estén feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario